Esta es una de las eternas cuestiones a la hora de renovar nuestro cuarto de baño, ¿qué poner, otra vez bañera o cambiarnos al plato de ducha?
*Principales ventajas de la bañera:
La opción preferida por los más pequeños de la casa. Cuando son bebés, es uno de los momentos especiales para el disfrute. Higiénicamente es recomendable que los pequeños de la casa tengan esta opción.
Ideal para llegar a casa y relajarnos en un baño de agua caliente con sales y espuma, aparte de limpiar todo el cuerpo, nos quitaremos gran parte del estrés acumulado en el trabajo.
Si tenemos una mascota y la queremos lavar en casa, la bañera nos será de gran utilidad.
Si nos cortan el agua, la bañera se puede convertir en un improvisado depósito de agua.
En la bañera te puedes duchar, pero en la ducha no te puedes bañar.
*Principales ventajas del plato de ducha:
Ocupa menos que una bañera, por lo que es ideal para cuartos de baño pequeños, aseos… Incluso hoy por hoy se diseñan a medida, rectangulares, cuadrados, angulares…
Es más accesible. Al tener un escalón inferior a la altura de las bañeras, es lo más recomendable para personas de movilidad reducida
Nos duchamos más que bañarnos.
Con la ducha ahorramos más agua que con la bañera, por lo que nuestro bolsillo lo agradecerá.
*Principales inconvenientes de la bañera:
Necesitas más espacio en tu baño.
Para las personas con movilidad reducida, su acceso puede ser un grave problema, a veces, hasta muy peligroso.
Para bañarnos, necesitamos mucha cantidad de agua, con lo que agrandamos la factura de gas y agua.
El gasto excesivo de agua es poco eficiente y nada ecológico.
*Principales inconvenientes del plato de ducha:
Los niños disfrutan menos que cuando se bañan.
A día de hoy, hay pocas equipaciones para darte una ducha relajante a base de chorros, etc…