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El fregadero en una cocina: el centro de todas las miradas

fregadero cocina Roca

Sobre él recaen diversas tareas de responsabilidad en materia de higiene y su evolución le ha permitido que sea fácilmente moldeable, no sólo a nivel de diseño, color o material, sino también en lo que respecta a composición, con la introducción de diversos accesorios. Parece que la producción va viento en popa: ha aumentado un 23% con respecto al año de la pandemia.

El fregadero, junto con la placa de cocción, uno de los protagonistas indiscutibles de la cocina

En el fregadero es donde transcurre toda la acción que gira en torno a la higiene: nos lavamos las manos antes de manipular los alimentos, debajo del chorro del agua limpiamos las verduras, frutas y hortalizas que vayamos a consumir, enjabonamos y enjuagamos los útiles que hayamos utilizado en el cocinado, y llenamos los recipientes de cocción para cocer los huevos, preparar un caldo o hacer una infusión, por ejemplo.

La función del fregadero va un poco más allá

Instalando la grifería adecuada podremos obtener agua filtrada con gas o sin gas apta para su consumo, así como agua hirviendo directamente desde el caño, de modo que ya está en su punto óptimo para cocinar y no habrá que perder ni un segundo en calentarla.

También existe la opción de colocar un triturador de desperdicios debajo del fregadero. Así, evitaremos que se atasque con los restos de comida. En el interior del espacio culinario pasamos gran parte de nuestro tiempo, sobre todo ahora que el comedor, el salón, o el rincón habilitado para el home office se integran en una estancia abierta, por lo que no hace falta estar entre fogones para permanecer en ella.

La cocina está dividida en varias áreas: de cocción, de trabajo, de almacenaje y de aguas

En la zona de aguas se encuentra el fregadero, que puede ir colocado:

  • Encastrado, el cual va incorporado dentro de la encimera
  • Enrasado, aquel que se instala al mismo nivel que la superficie
  • Bajo encimera, de tal forma que queda custodiado por ella y es más asequible a la hora de limpiar, ya que pasando la bayeta por la superficie se arrastraría la suciedad que pudiese haber al interior de la cubeta.
  • También existen los que dejan el frontal visto y van asentados en el mobiliario. En ese caso, la pieza adquiere una relevancia todavía mayor.

Al elegir un fregadero bajo encimera de la misma tonalidad que la superficie se creará una sensación de unidad al pensar que ambas partes pertenecen a una misma pieza.

Está claro que este producto continúa en el punto de mira del consumidor que busca un modelo resolutivo y funcional pero sin prescindir del componente estético. Así, el mercado global de los fregaderos muestra unos resultados alentadores motivados por una subida en todas las categorías.

Su producción se ha visto incrementada con respecto al año de la pandemia, pasando de los 39 a los 48 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 23%. Puede que los usuarios hayan realizado una reforma en la estancia para cambiar la cubeta por una más actual debido a que se les ha quedado pequeña, no cumple con las expectativas de diseño o es posible que la distribución de la cocina haya cambiado.

Otra de las razones podría estar en la adquisición de una vivienda de obra nueva y que hubiese que dotarla de equipamiento.

Si nos adentramos en el desglose de datos podemos observar como tanto las importaciones como el mercado interior aparente han registrado una subida del 36% en comparación con el año 2020. Atendiendo a las cifras obtenidas se refleja un aumento de 5 y 12 millones de euros, respectivamente.

Fuente: IM Cocinas y Baños

Cómo cambiar un grifo de lavabo: Guía paso a paso

¿Estás cansado de ese grifo de lavabo antiguo y defectuoso que no para de gotear? ¿Te gustaría renovar tu baño con un grifo moderno y funcional? No te preocupes, cambiar un grifo de lavabo puede parecer una tarea complicada, pero con los conocimientos y herramientas adecuados, podrás hacerlo tú mismo en poco tiempo y sin gastar mucho dinero.

En esta guía paso a paso, te explicaremos todo lo que necesitas saber para cambiar un grifo de lavabo sin problemas, desde la elección del nuevo grifo hasta la instalación final. ¡Vamos a empezar!

Elección del nuevo grifo

Lo primero que debes hacer es elegir el nuevo grifo que quieres instalar. Hay una gran variedad de modelos en el mercado, desde los más simples y económicos hasta los más sofisticados y caros. Al elegir un nuevo grifo, ten en cuenta los siguientes aspectos:

Tipo de grifo

Existen dos tipos principales de grifos de lavabo: los monomando y los bimando. Los monomando son más modernos y fáciles de usar, mientras que los bimando son más tradicionales y tienen dos mandos separados para controlar el agua caliente y fría.

Material y acabado

Los grifos pueden estar hechos de diferentes materiales, como latón, acero inoxidable, cromado, etc. También puedes elegir entre diferentes acabados, como mate, brillante, dorado, negro, etc. Elige el material y acabado que mejor se adapte a tus gustos y necesidades.

Altura y longitud

Elige un grifo de la altura y longitud adecuadas para tu lavabo. Ten en cuenta que un grifo demasiado grande o pequeño puede resultar incómodo o poco práctico.

Preparación

Una vez que hayas elegido el nuevo grifo, es hora de preparar todo lo necesario para cambiarlo. Aquí te dejamos una lista de herramientas que necesitarás:

  • Llave inglesa
  • Destornillador
  • Cinta de teflón
  • Alicate
  • Masilla de silicona
  • Toalla o paño

Desmontaje del grifo antiguo

Antes de instalar el nuevo grifo, debes desmontar el antiguo. Sigue estos pasos:

  1. Cierra la llave de paso de agua para evitar fugas.
  2. Abre el grifo antiguo para vaciar la tubería y eliminar la presión de agua.
  3. Retira la tapa del embellecedor del grifo antiguo.
  4. Desenrosca los tornillos de fijación del grifo con la llave inglesa.
  5. Separa el grifo antiguo de la base del lavabo.
  6. Desenrosca la tuerca que sujeta el sifón del lavabo con el alicate.
  7. Retira el sifón y limpia la zona de restos de masilla o silicona.

Instalación del nuevo grifo

Una vez que hayas desmontado el grifo antiguo, es hora de instalar el nuevo. Sigue estos pasos:

  1. Coloca el nuevo grifo en la base del lavabo y alinea los agujeros de fijación.
  2. Atornilla los tornillos de fijación
  3. Aplica una capa fina de masilla o silicona alrededor de la base del grifo para asegurar una buena estanqueidad.
  4. Conecta las mangueras del grifo a las tuberías de agua caliente y fría. Utiliza la llave inglesa para ajustar las conexiones y la cinta de teflón para asegurar una buena estanqueidad.
  5. Coloca la tapa del embellecedor del grifo y ajústala correctamente.
  6. Abre la llave de paso de agua para comprobar si hay fugas. Si todo está correcto, prueba el nuevo grifo para asegurarte de que funciona correctamente.
  7. Si hay fugas, cierra la llave de paso y vuelve a revisar las conexiones. Ajusta o cambia las piezas que sean necesarias.

Mantenimiento del grifo

Una vez que hayas instalado el nuevo grifo, es importante que le des un mantenimiento adecuado para prolongar su vida útil y evitar averías. Aquí te dejamos algunos consejos:

  • Limpia el grifo regularmente con un paño suave y agua tibia para evitar la acumulación de cal y suciedad.
  • No utilices productos abrasivos o químicos para limpiar el grifo, ya que pueden dañar el material y el acabado.
  • Si el grifo gotea, reemplaza las piezas que estén defectuosas o ajusta las conexiones para asegurar una buena estanqueidad.

Conclusión

Cambiar un grifo de lavabo puede parecer una tarea complicada, pero con los conocimientos y herramientas adecuados, cualquier persona puede hacerlo. Recuerda elegir el grifo adecuado para tus necesidades, preparar todo lo necesario antes de comenzar y seguir los pasos de instalación con cuidado. Con un poco de esfuerzo y paciencia, podrás renovar tu baño y disfrutar de un nuevo grifo funcional y moderno.

Preguntas frecuentes

  1. ¿Necesito contratar a un fontanero para cambiar un grifo de lavabo? No necesariamente. Si tienes conocimientos básicos de fontanería y las herramientas necesarias, puedes hacerlo tú mismo. Sin embargo, si no estás seguro de tus habilidades o hay algún problema con la tubería, es recomendable contratar a un fontanero profesional.
  2. ¿Qué hago si el nuevo grifo no encaja en la base del lavabo? Comprueba que has elegido el grifo adecuado para tu lavabo y que los agujeros de fijación están alineados correctamente. Si el problema persiste, es posible que necesites hacer una pequeña modificación en la base del lavabo o en el grifo para que encajen correctamente.
  3. ¿Cómo puedo evitar fugas de agua después de cambiar el grifo? Es importante asegurarte de que todas las conexiones estén ajustadas correctamente y utilizar cinta de teflón para asegurar una buena estanqueidad. También puedes aplicar una capa de masilla o silicona alrededor de la base del grifo para evitar fugas.
  4. ¿Puedo instalar un grifo de lavabo sin herramientas especiales? Necesitarás algunas herramientas básicas como una llave inglesa, un destornillador y un alicate para cambiar un grifo de lavabo

Si estás buscando un nuevo grifo para tu lavabo, te recomendamos que visites la página web de Inhogar. Allí encontrarás una amplia variedad de modelos y estilos para que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.

Guía para elegir el termo eléctrico adecuado: Consejos y recomendaciones.

cómo elegir el termo eléctrico adecuado

Si está buscando un nuevo termo eléctrico para su hogar, es importante elegir uno adecuado que se adapte a sus necesidades. Con tantas opciones en el mercado, puede ser difícil saber qué buscar. En este artículo, hablaremos sobre cómo elegir el termo eléctrico adecuado para su hogar.

¿Qué es un termo eléctrico?

Un termo eléctrico es un dispositivo que utiliza electricidad para calentar el agua. Se compone de un tanque aislado térmicamente y un elemento calefactor eléctrico. El agua se almacena en el tanque y se calienta hasta la temperatura deseada. Los termos eléctricos son una alternativa popular a los sistemas de calentamiento de agua basados en gas.

Tamaño del termo eléctrico

Uno de los primeros factores que debe considerar al elegir un termo eléctrico es el tamaño del tanque. El tamaño del tanque determina la cantidad de agua caliente que puede almacenar el termo. Si el tanque es demasiado pequeño, puede quedarse sin agua caliente en momentos inoportunos. Por otro lado, un tanque demasiado grande puede ser una pérdida de energía y espacio.

Eficiencia energética

La eficiencia energética es otro factor importante a tener en cuenta al elegir un termo eléctrico. Un termo eléctrico eficiente puede ahorrarle dinero en sus facturas de energía a largo plazo. La mayoría de los termos eléctricos tienen una calificación de eficiencia energética que puede ayudarlo a comparar diferentes modelos.

Potencia del termo eléctrico

La potencia del termo eléctrico se refiere a la cantidad de energía eléctrica que utiliza para calentar el agua. Una mayor potencia puede significar que el termo se calienta más rápido, pero también puede aumentar su factura de energía. Es importante encontrar un equilibrio entre la potencia y la eficiencia energética.

Tipo de termo eléctrico

Hay varios tipos de termos eléctricos disponibles en el mercado. El tipo más común es el termo de almacenamiento, que almacena agua caliente en un tanque. También hay termos eléctricos instantáneos que calientan el agua a medida que fluye a través del dispositivo. Los termos eléctricos instantáneos pueden ser más eficientes energéticamente que los de almacenamiento, pero pueden no ser adecuados para hogares con un alto consumo de agua caliente.

Capacidad de aislamiento

La capacidad de aislamiento de un termo eléctrico es importante para mantener el agua caliente durante más tiempo. Un termo eléctrico con una buena capacidad de aislamiento puede reducir la cantidad de energía necesaria para mantener el agua caliente. Busque modelos con tanques bien aislados y juntas de goma herméticas para minimizar la pérdida de calor.

Calidad de la marca

La calidad de la marca también es un factor importante a considerar al elegir un termo eléctrico. Las marcas conocidas suelen tener una mejor reputación en cuanto a calidad y servicio al cliente. Investigue las marcas disponibles y busque reseñas y opiniones de otros consumidores para tomar una decisión informada.

Garantía

La garantía es otra consideración importante al elegir un termo eléctrico. Asegúrese de elegir un modelo que ofrezca una garantía adecuada en caso de problemas o defectos de fabricación. Busque marcas que ofrezcan garantías extensas y buen soporte al cliente.

Instalación

La instalación del termo eléctrico es otra consideración importante. Si bien algunos modelos se pueden instalar usted mismo, otros requieren la ayuda de un profesional. Asegúrese de conocer los requisitos de instalación antes de comprar un modelo y considere el costo adicional de la instalación profesional.

Precio

El precio es un factor importante a considerar al elegir un termo eléctrico. Los modelos más caros no siempre son los mejores, pero es importante encontrar un equilibrio entre calidad y precio. Compare los precios y características de varios modelos para encontrar el mejor valor para su presupuesto.

Durabilidad

La durabilidad del termo eléctrico también es importante. Busque modelos que estén hechos de materiales duraderos y resistentes a la corrosión para garantizar una vida útil más larga. Considere la vida útil esperada del modelo y compare las opiniones de otros consumidores para determinar su durabilidad.

Fácil de usar

Por último, es importante elegir un termo eléctrico que sea fácil de usar. Busque modelos con controles intuitivos y fáciles de entender para garantizar una operación sin problemas. Los modelos con pantallas digitales y controles remotos pueden ser especialmente convenientes.

En resumen, elegir el termo eléctrico adecuado para su hogar puede parecer abrumador, pero hay varios factores importantes a considerar. Asegúrese de elegir un modelo con un tamaño adecuado, eficiencia energética, potencia adecuada, tipo adecuado, capacidad de aislamiento, calidad de marca, garantía adecuada, fácil instalación, precio justo, durabilidad y facilidad de uso. Con un poco de investigación, puede encontrar el termo eléctrico perfecto para su hogar.

Preguntas frecuentes

  1. ¿Puedo instalar un termo eléctrico yo mismo?

    Sí, es posible instalar un termo eléctrico uno mismo, pero se recomienda que lo haga un profesional para garantizar una instalación segura y adecuada.
  2. ¿Qué tamaño de termo eléctrico necesito para una familia de cuatro personas?

    Para una familia de cuatro personas, se recomienda un termo eléctrico de al menos 100 litros de capacidad.
  3. ¿Cuál es la vida útil promedio de un termo eléctrico?

    La vida útil promedio de un termo eléctrico suele ser de alrededor de 10 a 15 años, dependiendo del modelo, el uso y el mantenimiento adecuado.
  4. ¿Los termos eléctricos instantáneos son más eficientes que los de almacenamiento?

    Los termos eléctricos instantáneos son más eficientes en términos de consumo de energía, ya que solo calientan el agua cuando se necesita. Sin embargo, su caudal es menor y pueden no ser adecuados para hogares con un alto consumo de agua caliente.
  5. ¿Puedo ahorrar dinero en mis facturas de energía utilizando un termo eléctrico más eficiente?

    Sí, es posible ahorrar dinero en las facturas de energía utilizando un termo eléctrico más eficiente, ya que consume menos energía para calentar el agua. Además, también se recomienda reducir el tiempo de uso y la temperatura del agua para ahorrar energía y reducir costos.

Si estás buscando el termo eléctrico adecuado para tu hogar, o necesitas piezas para repararlo, ¡visita nuestra página web! En https://inhogar.net/termos-electricos-y-accesorios encontrarás una amplia selección de termos eléctricos y accesorios de calidad a precios competitivos. ¡Encuentra lo que necesitas para tu hogar y realiza tu compra de forma rápida y segura!

¿Qué son las válvulas termostáticas y cómo nos ayudan a ahorrar?

válvula termostática

Una válvula termostática es un dispositivo que sirve para controlar la temperatura individual de cada radiador y, de paso, de la estancia en la que éste se encuentra. En esencia, lo hace modulando el caudal del agua que entra en el radiador.
Así, controla su capacidad para generar calor, permitiéndonos ahorrar en energía y en confort. Es de pequeño tamaño y se instala directamente en los radiadores de agua caliente.

¿En qué se diferencia de una válvula manual?

Las instalaciones más antiguas suelen tener válvulas manuales para poder controlar el agua que entra en el radiador. Este tipo de válvula “simple” obliga al usuario a manipularla físicamente, como una especie de grifo: es necesario girar la válvula para abrir o cerrar el caudal de agua y, así, controlar la temperatura del radiador.

Sin embargo, las válvulas termostáticas (o TRV) tienen un sensor incorporado que permite mantener la temperatura de la habitación a un nivel constante de manera automática.

¿Cómo funciona una válvula termostática?

En primer lugar, el usuario tiene que elegir una temperatura para la habitación en la que se encuentre el radiador. Una vez hecho esto, si la temperatura de la estancia es menor a la programada, el mecanismo de la válvula abrirá el paso del agua al radiador para aumentarla.

Por el contrario, si la temperatura de la habitación es mayor a la seleccionada, el mecanismo apagará automáticamente el paso del agua hacia el radiador, reduciendo el calor emitido por el mismo. Así, no se consumirá más energía de la necesaria y se mantendrá una temperatura estable.

¿Son iguales todas las válvulas termostáticas?

Las válvulas termostáticas mecánicas con sensor líquido de temperatura integrado, a las que se le indica la temperatura deseada mediante un selector.

También existe una opción electrónica programable que registra la temperatura y la humedad en la zona de calefacción asignada para regular la temperatura de la estancia. La ventaja principal que posee este tipo de válvula es que proporciona un control más preciso y regula el tiempo de funcionamiento.

Beneficios de las válvulas termostáticas

Cómo es lógico, el primer beneficio es el confort para el usuario, gracias a la automatización de la apertura y cierre del radiador. Al mantener las temperaturas prefijadas, no tendremos que estar pendientes de abrirlo o cerrarlo. Además, estamos adaptando la temperatura a las necesidades térmicas reales de cada habitación, ya sea en función de la hora del día o la ocupación de la misma.

Además, una válvula termostática nos proporciona entre un 10-15 % de ahorro de energía con respecto a una válvula manual. Esto sucede porque, al programar la temperatura, el propio sistema se encarga de mantenerla, evitando picos de trabajo derivados de calentar en exceso que lleven al derroche energético.

Correspondencia de temperaturas en válvulas termostáticas de Orkli

La cabeza lleva impresa una numeración que corresponde a la temperatura deseada en la habitación. También están marcadas la posición anti-hielo ( ) y la posición de cierre. La primera impide que la temperatura ambiente descienda de 9ºC, evitando así que se congele el agua de los radiadores y las tuberías. La de cierre corresponde a una temperatura ambiente de 5ºC

¿Hay que instalarlas en todos los radiadores?

Según el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), es recomendable instalar válvulas termostáticas en las estancias principales de la vivienda: el comedor, la sala de estar y los dormitorios.

Esta recomendación viene dada del hecho de que, si se instalasen en todos los radiadores del edificio y, por la temperatura de cada estancia se cerrasen todos a la vez, la caldera podría quedarse sin circulación, derivando en problemas de funcionamiento.

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Fuente: Orkli ecosistema

Localizar fugas de agua en el circuito de calefacción

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Localizar una fuga de agua en tu circuito de calefacción es básico para mantener una correcta presión en el sistema y así, hacer funcionar correctamente la caldera y el circuito de calefacción.

Gran parte de las fugas se localizan de una manera rápida y sencilla. Fíjate si tus radiadores gotean o bajo tu caldera se forma un pequeño charco. Si así fuera, está claro, tienes una fuga en tu circuito de calefacción. Esto te dice el porqué tu circuito está perdiendo presión. Si la fuga es pequeña, con un antifugas se suele solucionar.

Si a primera vista no ves estos síntomas, pero tu caldera pierde presión, fíjate en las paredes, a ver si aparecen manchas de humedad. Estas manchas las identificarás muy fácilmente ya que suelen ir a la altura de los tubos de tu circuito de calefacción. Donde aparezca esa mancha es donde mayor es la fuga.

Pero, ¿y si no hay manchas en la pared ni charcos ni gotean tus radiadores o llaves, pero la caldera sigue perdiendo presión? Entonces fíjate en la llave que utilizas para el vaciado del circuito. Normalmente esta llave la tendrás en el suelo de alguno de tus cuartos de baño. Es con la que vacías todo el circuito de calefacción cuando hay una avería, vas a limpiar el circuito, etc.

Si hace poco has tocado esta llave y desde entonces tu circuito pierde agua, probablemente esté mal cerrada. Si está bien cerrada, entonces es que está dañada y deberás cambiarla.

Si con todas estas indicaciones sigues teniendo fuga, el problema es más complejo. Te aconsejamos que te pongas en contacto con un especialista con experiencia, a día de hoy hay muchas técnicas y herramientas para ayudarte a dar la solución con tu problema, las cámaras termográficas son una de las herramientas más ágiles en estos casos.

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Cómo elegir un radiador toallero

Cuando llegan los meses de frío y empieza a refrescar, las duchas se nos hacen más duras porque el baño se encuentra frío y el momento de salir de la ducha se nos alarga y es tembloroso. Por ello, te recomendamos que incluyas un radiador toallero en tu baño.

En este post te ayudamos a elegir el radiador toallero que será el gran aliado de tus duchas durante estos meses tan fríos.

Qué es y cómo funciona un radiador toallero

Un radiador toallero es un aparato que funciona como calefacción y se coloca en las paredes de nuestro baño. Realiza una doble función: te es útil para poner a secar tus toallas después de la ducha y gracias a su función de calefacción te permitirá calentar el baño.

Su peso está entre los 5 y 15 kg y un ancho de 50 cm por más de 1 m de alto.

Tipos de radiadores toalleros

Antes de elegir qué tipo de radiador toallero es el que encajaría en nuestro baño, deberemos tener en cuenta la instalación de casa, una caldera que alimenta el circuito de radiadores o la calefacción eléctrica. Una vez determinado esto, ya podemos elegir nuestro radiador toallero ideal:

  • Radiador toallero de agua: Va conectado a la caldera, por lo que será imprescindible que cuentes con una caldera y un sistema central de radiadores. Se conecta a las tuberías de la calefacción y funciona cuando se enciende el sistema central de calefacción.
  • Radiador toallero eléctrico: Únicamente se necesita de una conexión eléctrica para su funcionamiento y su encendido va independiente del sistema de la calefacción. Este tipo de toalleros se calientan más rápido y son más sencillos de instalar.

Dependiendo del tamaño de nuestro baño, el espacio que tengamos disponible y la función que queremos que realice, deberemos tener en cuenta el tamaño y las medidas de nuestro radiador toallero para que encajen con tus particularidades.

Qué potencia de radiador toallero elegir

Una vez elegido el tipo de radiador toallero eléctrico, el siguiente paso es calcular la potencia ideal para calefactar la estancia y/o las toallas.

Para calcular qué potencia necesitas es importante que nos fijemos en la superficie de nuestra estancia. Por lo que seguidamente, estimaremos 80 W por cada m² y el resultado deberás añadirle un 30% para compensar la pérdida de calor de las propias toallas o albornoces.

Por ejemplo, para un baño de 6m²: 6 x 80 W = 480. A este resultado le añadimos un 30%, por lo que el 30% de 480 son = 144 W. Seguidamente le sumamos el % y los W 480 + 144 = 624 W

En la tabla que te mostramos a continuación podrás saber cuál es la potencia que necesitas según la superficie de tu baño:

Materiales de toalleros radiadores más comunes

Cuando ya tenemos casi todos los puntos claves para elegir el radiador correcto, el siguiente y último paso es elegir el tipo de material de este. Cada material tiene sus particularidades:

  • Radiador toallero de acero: Son los radiadores más comunes y vendidos. Los tubos pueden ser redondos o planos y normalmente van pintados de color blanco y también puede ser cromado.
  • Radiador toallero de acero inoxidable: Este tipo de toalleros son ventajosos gracias a su material ya que consiguen que su calentamiento sea rápido y elevado.
  • Radiador toallero de aluminio: Son los toalleros más rápidos para calentarse y son más duraderos porque son de mayor calidad.
  • Radiador toallero de hierro fundido: Este tipo de material es usado para los radiadores toalleros de agua y son muy duraderos por su material resistente y pesado. A diferencia de los otros materiales, este tarda más en calentar. 

Ventajas y desventajas

Ventajas

  • El diseño y estructura
  • Su reducido espacio
  • La doble función

Desventajas

  • Tardan en calentarse
  • El precio
  • Consumen bastante

Instalación y Mantenimiento de un radiador toallero

Su instalación común es en alguna de las paredes del baño, preferiblemente la pared más cercana a la ducha o bañera para que su acceso sea mucho más fácil y cómodo. Te recomendamos que lo instales bajo ventanas o contra los muros que dan al exterior.

Por lo que respecta a la altura, es recomendable que el radiador toallero se instale a una altura que permita que su parte superior esté situada a 1,7 metros aproximadamente.

Al ir fijados en la pared, los radiadores toalleros no ocupan casi espacio en esta estancia y a su vez son un objeto decorativo que encaja en cualquier tipo de baño.

El mantenimiento de los radiadores eléctricos es muy sencillo, solo deberás limpiar la superficie con un paño, preferiblemente cuando se encuentre apagado.

En cambio, los radiadores de agua, el mantenimiento es distinto, deberás realizar una purga periódica, es decir, vaciar el aire que haya podido entrar en la red de tubos ya que este impide y dificulta la entrada del agua caliente; cuando se ha eliminado el aire, el agua sube de nivel y el radiador ya vuelve a su funcionamiento.

Fuente: blog tu and co

Hansgrohe reduce el consumo de agua en los hogares

Sus griferías están equipadas con todas las innovaciones para favorecer el consumo responsable de agua en los hogares.

Uno de estos avances es CoolStart, el cual permite disfrutar de agua caliente tan sólo cuando se necesita. Por su parte, AirPower facilita la salida de un chorro más eficiente.

Somos cada vez más conscientes de que el ahorro de energía es un deber fundamental, tanto por el bien del planeta como de nuestros bolsillos. El Grupo Hansgrohe destaca la apuesta de la compañía por un consumo sostenible.

Descubre todo lo que te ofrece Hansgrohe en nuestra tienda online www.inhogar.net somos distribuidores oficiales de sus productos.

¿Quieres mejorar la experiencia de baño de tu perro?

Ducha especialmente diseñada para lavar tu mascota de una forma eficiente. Es posible elegir entre 3 tipos de chorro distintos, ajustar la presión y contribuir al ahorro en el consumo gracias a EcoSmart. Disponible en 4 colores diferentes.

Hansgrohe lanza DogShower, la ducha diseñada pensando en los perros, para lograr que el momento del baño sea agradable y cómodo, reduciendo tensiones y estrés.

Es apta para todas las razas y de fácil instalación, pudiéndose acoplar a cualquier flexo de ducha y a mangueras de jardín.

Tiene un diseño ergonómico y destaca su cabezal, que cuenta con unas boquillas de silicona suaves y alargadas para realizar un masajeo suave y eliminar los restos de champú. Esto evita irritaciones y enfermedades cutáneas, que, según estudios, hasta en 4 de cada 10 casos están provocadas por residuos de champú de un lavado inadecuado de las mascotas.

Incorpora la tecnología Select, gracias a la cual, con un solo click en el botón de la parte trasera del cabezal, puede elegirse entre tres tipos de chorro de agua para el pelo, las patas o las almohadillas.

Por otro lado, la función Water Boost permite ajustar la presión del agua para acabar con cualquier rastro de suciedad y, a la vez, promover un consumo de agua eficiente. El producto también está disponible con la opción EcoSmart, que gasta un 60% menos de agua. En www.inhogar.net lo tenemos en 4 colores distintos: negro, blanco, azul y rosa, todos ellos mate para que los perros no se alteren con su propio reflejo, de acuerdo con los expertos caninos.

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El instalador fontanero

El “oficio de fontanero” supuso un cambio en nuestra forma de vida tal y como la conocemos en nuestros días.

Nuestra sociedad pasó de padecer unas condiciones higiénicas incontroladas antes del siglo XX, a disfrutar de un abastecimiento de agua en condiciones de salubridad garantizadas por ley en los hogares, comercios e industrias de la mano de unos artesanos, los fontaneros, que conocían las técnicas heredadas de los romanos y los árabes en la península, con un elemento tan básico y fundamental para nuestras vidas como es el agua.

De aquellos tiempos en los que un maestro transmitía su conocimiento práctico a los aprendices por el método de la observación y la práctica con acierto y error, hemos evolucionado hacia una formación que coordina simultáneamente la teoría en los centros de formación y la práctica en las empresas (FP), en este caso se acredita completamente el conocimiento de todo el proceso que requiere el suministro de agua potable desde su captación, control, tratamiento, distribución y consumo de boca.

Tendríamos que pensar por tanto que el futuro es prometedor y brillante, pero no es así en realidad, (al menos del todo en España) si no cambian las condiciones normativas que regulan esta actividad.

En 2006 debido al cambio de criterio derivado de la transposición de la Directiva Europea 2006/123/CE, el gobierno del estado desmanteló prácticamente la profesión, hasta el momento basada en el NIA (antiguo reglamento) que capacitaba a los profesionales y coordinaba su trabajo entre las compañías distribuidoras y el cliente final mediante la ejecución de las instalaciones y su certificación con una memoria documental que responsabilizaba al instalador fontanero del buen hacer, con la puesta en marcha en condiciones higiénicas de las infraestructuras que habían realizado a fin de poner en servicio el suministro.

El Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprobó el Código Técnico de la Edificación, no contenía tampoco una regulación específica de la profesión, existiendo hasta la fecha, por el contrario, diversas normas de carácter autonómico.

Desde entonces se viene reclamando y exigiendo por parte de las principales asociaciones y confederaciones profesionales del sector de todo el país una rectificación para que se vuelva a poner en valor aquello que nunca debería haberse derogado.

Una cosa es proyectar y la otra es ejecutar legalizar y responsabilizarse de algo tan frágil en términos de salud como es el agua potable de boca y el ACS. Hay que volver, por tanto, a la posición de partida que muchos de los países del entorno europeo nunca variaron y que aquí por desconocimiento y pretensión de simplificación liberal, se dejó en manos de personas no cualificadas en algunos casos, poniendo en riesgo nuestra salud.

Del pasado al presente: el futuro de la fontanería

Por consiguiente, los retos a los que se enfrentan los instaladores fontaneros hoy en día tal y como ya hemos expuesto, son la necesidad de un marco normativo claro y luchar contra un elevado intrusismo por la falta de acreditación profesional y un nulo control por parte de las autoridades.  Añadiremos una falta de relevo generacional, dado que no se está formando a los jóvenes específicamente de una forma extendida y cuantitativa (salvo honrosas excepciones) sobre esta profesión, de por sí poco atractiva y estigmatizada socialmente durante décadas.

Es preciso por tanto generar de nuevo una buena imagen y reputación en los centros de formación, debiendo orientar más hacia el nuevo horizonte que promueve la nueva Ley FP y que puede suponer un aliciente para los alumnos y empresas.

Además, hay que impulsar la digitalización poniendo en valor el trabajo de calidad frente a supuestos profesionales no acreditados, utilizando Internet como medio de competencia con los conocimientos para sacarle rendimientos, ya que las instalaciones son cada día más tecnologías, digitales y conectadas. Con la necesidad de reciclarse mediante formación continua, la actualización de conocimientos para los fontaneros más veteranos.

No deberíamos olvidar la necesidad de trabajar en proyectos de divulgación y estímulo para incorporar también a la mujer en la profesión. Un gran reto para el sector atraer a más mujeres instaladoras, ya que los actuales avances en la tecnología, la gestión y ejecución de las instalaciones con materiales y herramientas menos limitantes por su volumen y peso, han modificado las condiciones del trabajo. 

Si pretendemos por tanto que los centros de Formación Profesional y FP Dual continúen aportando profesionales al sector, hay que hacer ver y entender a la administración y a la sociedad en general que existe un gran futuro para la profesión del Instalador Fontanero, si se regulan de nuevo las acreditaciones de competencias y los requisitos técnicos para las personas y empresas que manipulan y ejecutan instalaciones de agua. Si no, quedará en manos de la voluntariedad y poco más, ya que no todo el mundo entiende que para desarrollar una actividad hay que formarse en primer lugar.

Confía en profesionales

Siempre debemos confiar en personal cualificado, así como en productos de calidad. En www.inhogar.net disponemos de una amplia gama de productos de fontanería, además somos los distribuidores oficiales de repuestos de la marca Jacob Delafon. Nuestro valor añadido es la atención al cliente con un servicio de atención telefónica de calidad.

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Fuente: frío y calor

La importancia del sistema de calefacción para lograr una vivienda saludable

¿Hasta qué punto influye el sistema de calefacción que escojamos en nuestra salud y nuestro bienestar?

La temperatura y la humedad tienen una influencia decisiva sobre nuestra salud, en ocasiones de formas que ni siquiera solemos tener en cuenta. De esto se desprende que el sistema que empleemos para calentar nuestra vivienda debe de tenerla también. ¿Hasta qué punto esto es así? ¿Realmente son unos sistemas de calefacción más saludables que otros?

Cuando hablamos de temperatura de confort cabría distinguir entre las preferencias personales (temperatura de confort personal) y la temperatura establecida como ideal de manera estadística. Según IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), dicha temperatura ideal en un espacio cerrado será, como norma general, de 21º. Decimos “como norma general”, porque el uso al que esté destinado dicho espacio influirá mucho (por ejemplo, en el caso de los gimnasios, la temperatura ideal baja hasta los 18º), pero podemos decir que, en lo que concierne a una calefacción doméstica, será de 21º.

Por otra parte, cuando hablamos de bienestar en casa solemos olvidar que en realidad la temperatura es solo uno de los factores de la ecuación; el otro es la humedad. Ambos están irremediablemente unidos y se influyen mutuamente (la temperatura alta reduce la humedad, la humedad alta cambia nuestra sensación térmica…) Eso sí, en el caso de la humedad, a diferencia de lo que ocurre con la temperatura, el rango de lo aceptable es muy amplio, se sitúa entre el 50% y el 60%, aunque aún se consideran aceptables valores entre el 40% y el 70%. 

Ahora bien ¿hasta qué punto influye esa ecuación temperatura-humedad sobre nuestra salud? Lo cierto es que lo hace de una manera destacable y que la lista de perjuicios que se derivan de un mal equilibrio no es precisamente pequeña, como veremos a continuación. 

Temperatura elevada, humedad baja

Generalmente, las temperaturas de calefacción elevadas suelen resecar el ambiente. Estos son algunos de los perjuicios de ese desequilibrio: 

  1. Un ambiente reseco influye directamente sobre nuestro organismo deshidratando nuestras mucosas respiratorias. Esto no solo produce malestar, sino que además facilita la acción de virus y bacterias.
  2. Además de las mucosas, también se seca la piel, dando lugar a picores y problemas de dermatitis.
  3. El calor excesivo disminuye la presión arterial, lo que da lugar a que nuestro cerebro reciba menos sangre, lo cual, a su vez produce esa sensación de embotamiento y la clásica cefalea por calefacción.
  4. El calor excesivo también impide el descanso correcto. De hecho, aunque hemos indicado que la temperatura ideal es de 21º, ese es un calor excesivo durante la noche. Mientras dormimos lo ideal es bajar el termostato a entre 15º y 17º. Lo cual, en la práctica, equivale a apagar la calefacción en muchas regiones de España.  Uno de los aspectos menos conocidos de la temperatura excesiva es su relación con el aumento de peso. Esto ocurre porque, no necesitando quemar grasas para regular la temperatura durante la noche, cuando la inactividad hace que su temperatura descienda, el cuerpo las almacena.

Temperatura baja, humedad alta

Por debajo de 17º la percepción de que podemos compensar las bajas temperaturas dentro de casa con más ropa de abrigo es falsa. De forma parecida a lo que ocurre con la temperatura excesiva, el frío y la humedad deprimen nuestro sistema inmunológico y pueden afectar también a nuestra salud.

  1. Las bajas temperaturas y la humedad favorecen la proliferación de microorganismos, mohos y bacterias, que en presencia de corrientes de aire quedarán en suspensión e introduciremos en nuestro organismo mediante la respiración.
  2. La humedad también aumenta la posibilidad de contraer enfermedades como el asma, la sinusitis y otras dolencias respiratorias.
  3. También aumenta el dolor en personas con problemas reumáticos.

Suelo radiante, la tecnología de emisión más saludable

De todo lo anterior se desprende que del sistema de calefacción con que contemos dependerá, y mucho, no ya nuestro confort, sino también nuestra propia salud. Eso sí, hay que aclarar que, teniendo en cuenta que prácticamente todos los sistemas de climatización se apoyan en generadores que se instalan en el exterior, lo que realmente influye aquí es el sistema emisor, es decir, la tecnología que empleamos para distribuir el calor por el interior de la vivienda.

Si ponemos sobre la mesa las ventajas e inconvenientes de las tres tecnologías más empleadas (radiadores convencionales, suelo radiante y fancoils), hay un claro ganador desde el punto de vista del confort y la salud: el suelo radiante.

Las mayores ventajas del suelo radiante son su gran estabilidad a lo largo del tiempo, la uniformidad con la que reparte la temperatura en el espacio y el hecho de ser un sistema de baja temperatura.

Gracias a su uniformidad y a que se trata de un sistema de baja temperatura, con el suelo radiante evitamos las corrientes rápidas de aire. Al no haber apenas aire en movimiento, es más difícil que el polvo y los microorganismos queden en suspensión y los respiremos. Además, con esta tecnología el calor procede del suelo y, por decirlo de alguna manera, lo “sentimos de abajo arriba”. En cambio, con los otros dos sistemas, el aire caliente sube desde sus puntos de emisión hacia el techo y allí se acumula hasta que empezamos a sentirlo de “arriba abajo”, lo que provoca el embotamiento de cabeza del que ya hemos hablado antes.

Por último, pero quizá más importante, gracias a que trabaja a baja temperatura, la influencia del suelo radiante sobre la humedad ambiental es mínima; no se producen ni condensaciones ni resecamiento del ambiente. Así pues, si la humedad está dentro de los rangos aceptables por sí misma, podemos estar seguros de que nuestro sistema radiante no tendrá influencia sobre ella. Y si no lo está, podremos devolverla a los valores aceptables mediante métodos independientes (ventilación habitual y mejora del aislamiento de la vivienda…). 

En definitiva, podríamos decir que no solo influyen en nuestra salud la temperatura y la humedad sino también el sistema emisor que empleemos. Y en este punto no cabe duda de que no hay mejor opción que una instalación de suelo radiante. Si además combinamos este sistema de emisión con un generador 100% limpio, que funcione a base de energías renovables, como es la bomba de calor, no solo estaremos contribuyendo a nuestro bienestar personal, sino también a limitar nuestro impacto en el entorno reduciendo nuestras emisiones de CO2.

Fuente: blog Saunier Duval

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