Ducha especialmente diseñada para lavar tu mascota de una forma eficiente. Es posible elegir entre 3 tipos de chorro distintos, ajustar la presión y contribuir al ahorro en el consumo gracias a EcoSmart. Disponible en 4 colores diferentes.
Hansgrohe lanza DogShower, la ducha diseñada pensando en los perros, para lograr que el momento del baño sea agradable y cómodo, reduciendo tensiones y estrés.
Es apta para todas las razas y de fácil instalación, pudiéndose acoplar a cualquier flexo de ducha y a mangueras de jardín.
Tiene un diseño ergonómico y destaca su cabezal, que cuenta con unas boquillas de silicona suaves y alargadas para realizar un masajeo suave y eliminar los restos de champú. Esto evita irritaciones y enfermedades cutáneas, que, según estudios, hasta en 4 de cada 10 casos están provocadas por residuos de champú de un lavado inadecuado de las mascotas.
Incorpora la tecnología Select, gracias a la cual, con un solo click en el botón de la parte trasera del cabezal, puede elegirse entre tres tipos de chorro de agua para el pelo, las patas o las almohadillas.
Por otro lado, la función Water Boost permite ajustar la presión del agua para acabar con cualquier rastro de suciedad y, a la vez, promover un consumo de agua eficiente. El producto también está disponible con la opción EcoSmart, que gasta un 60% menos de agua. En www.inhogar.net lo tenemos en 4 colores distintos: negro, blanco, azul y rosa, todos ellos mate para que los perros no se alteren con su propio reflejo, de acuerdo con los expertos caninos.
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El “oficio de fontanero” supuso un cambio en nuestra forma de vida tal y como la conocemos en nuestros días.
Nuestra sociedad pasó de padecer unas condiciones higiénicas incontroladas antes del siglo XX, a disfrutar de un abastecimiento de agua en condiciones de salubridad garantizadas por ley en los hogares, comercios e industrias de la mano de unos artesanos, los fontaneros, que conocían las técnicas heredadas de los romanos y los árabes en la península, con un elemento tan básico y fundamental para nuestras vidas como es el agua.
De aquellos tiempos en los que un maestro transmitía su conocimiento práctico a los aprendices por el método de la observación y la práctica con acierto y error, hemos evolucionado hacia una formación que coordina simultáneamente la teoría en los centros de formación y la práctica en las empresas (FP), en este caso se acredita completamente el conocimiento de todo el proceso que requiere el suministro de agua potable desde su captación, control, tratamiento, distribución y consumo de boca.
Tendríamos que pensar por tanto que el futuro es prometedor y brillante, pero no es así en realidad, (al menos del todo en España) si no cambian las condiciones normativas que regulan esta actividad.
En 2006 debido al cambio de criterio derivado de la transposición de la Directiva Europea 2006/123/CE, el gobierno del estado desmanteló prácticamente la profesión, hasta el momento basada en el NIA (antiguo reglamento) que capacitaba a los profesionales y coordinaba su trabajo entre las compañías distribuidoras y el cliente final mediante la ejecución de las instalaciones y su certificación con una memoria documental que responsabilizaba al instalador fontanero del buen hacer, con la puesta en marcha en condiciones higiénicas de las infraestructuras que habían realizado a fin de poner en servicio el suministro.
El Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprobó el Código Técnico de la Edificación, no contenía tampoco una regulación específica de la profesión, existiendo hasta la fecha, por el contrario, diversas normas de carácter autonómico.
Desde entonces se viene reclamando y exigiendo por parte de las principales asociaciones y confederaciones profesionales del sector de todo el país una rectificación para que se vuelva a poner en valor aquello que nunca debería haberse derogado.
Una cosa es proyectar y la otra es ejecutar legalizar y responsabilizarse de algo tan frágil en términos de salud como es el agua potable de boca y el ACS. Hay que volver, por tanto, a la posición de partida que muchos de los países del entorno europeo nunca variaron y que aquí por desconocimiento y pretensión de simplificación liberal, se dejó en manos de personas no cualificadas en algunos casos, poniendo en riesgo nuestra salud.
Del pasado al presente: el futuro de la fontanería
Por consiguiente, los retos a los que se enfrentan los instaladores fontaneros hoy en día tal y como ya hemos expuesto, son la necesidad de un marco normativo claro y luchar contra un elevado intrusismo por la falta de acreditación profesional y un nulo control por parte de las autoridades. Añadiremos una falta de relevo generacional, dado que no se está formando a los jóvenes específicamente de una forma extendida y cuantitativa (salvo honrosas excepciones) sobre esta profesión, de por sí poco atractiva y estigmatizada socialmente durante décadas.
Es preciso por tanto generar de nuevo una buena imagen y reputación en los centros de formación, debiendo orientar más hacia el nuevo horizonte que promueve la nueva Ley FP y que puede suponer un aliciente para los alumnos y empresas.
Además, hay que impulsar la digitalización poniendo en valor el trabajo de calidad frente a supuestos profesionales no acreditados, utilizando Internet como medio de competencia con los conocimientos para sacarle rendimientos, ya que las instalaciones son cada día más tecnologías, digitales y conectadas. Con la necesidad de reciclarse mediante formación continua, la actualización de conocimientos para los fontaneros más veteranos.
No deberíamos olvidar la necesidad de trabajar en proyectos de divulgación y estímulo para incorporar también a la mujer en la profesión. Un gran reto para el sector atraer a más mujeres instaladoras, ya que los actuales avances en la tecnología, la gestión y ejecución de las instalaciones con materiales y herramientas menos limitantes por su volumen y peso, han modificado las condiciones del trabajo.
Si pretendemos por tanto que los centros de Formación Profesional y FP Dual continúen aportando profesionales al sector, hay que hacer ver y entender a la administración y a la sociedad en general que existe un gran futuro para la profesión del Instalador Fontanero, si se regulan de nuevo las acreditaciones de competencias y los requisitos técnicos para las personas y empresas que manipulan y ejecutan instalaciones de agua. Si no, quedará en manos de la voluntariedad y poco más, ya que no todo el mundo entiende que para desarrollar una actividad hay que formarse en primer lugar.
Confía en profesionales
Siempre debemos confiar en personal cualificado, así como en productos de calidad. En www.inhogar.net disponemos de una amplia gama de productos de fontanería, además somos los distribuidores oficiales de repuestos de la marca Jacob Delafon. Nuestro valor añadido es la atención al cliente con un servicio de atención telefónica de calidad.
¿Hasta qué punto influye el sistema de calefacción que escojamos en nuestra salud y nuestro bienestar?
La temperatura y la humedad tienen una influencia decisiva sobre nuestra salud, en ocasiones de formas que ni siquiera solemos tener en cuenta. De esto se desprende que el sistema que empleemos para calentar nuestra vivienda debe de tenerla también. ¿Hasta qué punto esto es así? ¿Realmente son unos sistemas de calefacción más saludables que otros?
Cuando hablamos de temperatura de confort cabría distinguir entre las preferencias personales (temperatura de confort personal) y la temperatura establecida como ideal de manera estadística. Según IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), dicha temperatura ideal en un espacio cerrado será, como norma general, de 21º. Decimos “como norma general”, porque el uso al que esté destinado dicho espacio influirá mucho (por ejemplo, en el caso de los gimnasios, la temperatura ideal baja hasta los 18º), pero podemos decir que, en lo que concierne a una calefacción doméstica, será de 21º.
Por otra parte, cuando hablamos de bienestar en casa solemos olvidar que en realidad la temperatura es solo uno de los factores de la ecuación; el otro es la humedad. Ambos están irremediablemente unidos y se influyen mutuamente (la temperatura alta reduce la humedad, la humedad alta cambia nuestra sensación térmica…) Eso sí, en el caso de la humedad, a diferencia de lo que ocurre con la temperatura, el rango de lo aceptable es muy amplio, se sitúa entre el 50% y el 60%, aunque aún se consideran aceptables valores entre el 40% y el 70%.
Ahora bien ¿hasta qué punto influye esa ecuación temperatura-humedad sobre nuestra salud? Lo cierto es que lo hace de una manera destacable y que la lista de perjuicios que se derivan de un mal equilibrio no es precisamente pequeña, como veremos a continuación.
Temperatura elevada, humedad baja
Generalmente, las temperaturas de calefacción elevadas suelen resecar el ambiente. Estos son algunos de los perjuicios de ese desequilibrio:
Un ambiente reseco influye directamente sobre nuestro organismo deshidratando nuestras mucosas respiratorias. Esto no solo produce malestar, sino que además facilita la acción de virus y bacterias.
Además de las mucosas, también se seca la piel, dando lugar a picores y problemas de dermatitis.
El calor excesivo disminuye la presión arterial, lo que da lugar a que nuestro cerebro reciba menos sangre, lo cual, a su vez produce esa sensación de embotamiento y la clásica cefalea por calefacción.
El calor excesivo también impide el descanso correcto. De hecho, aunque hemos indicado que la temperatura ideal es de 21º, ese es un calor excesivo durante la noche. Mientras dormimos lo ideal es bajar el termostato a entre 15º y 17º. Lo cual, en la práctica, equivale a apagar la calefacción en muchas regiones de España. 5· Uno de los aspectos menos conocidos de la temperatura excesiva es su relación con el aumento de peso. Esto ocurre porque, no necesitando quemar grasas para regular la temperatura durante la noche, cuando la inactividad hace que su temperatura descienda, el cuerpo las almacena.
Temperatura baja, humedad alta
Por debajo de 17º la percepción de que podemos compensar las bajas temperaturas dentro de casa con más ropa de abrigo es falsa. De forma parecida a lo que ocurre con la temperatura excesiva, el frío y la humedad deprimen nuestro sistema inmunológico y pueden afectar también a nuestra salud.
Las bajas temperaturas y la humedad favorecen la proliferación de microorganismos, mohos y bacterias, que en presencia de corrientes de aire quedarán en suspensión e introduciremos en nuestro organismo mediante la respiración.
La humedad también aumenta la posibilidad de contraer enfermedades como el asma, la sinusitis y otras dolencias respiratorias.
También aumenta el dolor en personas con problemas reumáticos.
Suelo radiante, la tecnología de emisión más saludable
De todo lo anterior se desprende que del sistema de calefacción con que contemos dependerá, y mucho, no ya nuestro confort, sino también nuestra propia salud. Eso sí, hay que aclarar que, teniendo en cuenta que prácticamente todos los sistemas de climatización se apoyan en generadores que se instalan en el exterior, lo que realmente influye aquí es el sistema emisor, es decir, la tecnología que empleamos para distribuir el calor por el interior de la vivienda.
Si ponemos sobre la mesa las ventajas e inconvenientes de las tres tecnologías más empleadas (radiadores convencionales, suelo radiante y fancoils), hay un claro ganador desde el punto de vista del confort y la salud: el suelo radiante.
Las mayores ventajas del suelo radiante son su gran estabilidad a lo largo del tiempo, la uniformidad con la que reparte la temperatura en el espacio y el hecho de ser un sistema de baja temperatura.
Gracias a su uniformidad y a que se trata de un sistema de baja temperatura, con el suelo radiante evitamos las corrientes rápidas de aire. Al no haber apenas aire en movimiento, es más difícil que el polvo y los microorganismos queden en suspensión y los respiremos. Además, con esta tecnología el calor procede del suelo y, por decirlo de alguna manera, lo “sentimos de abajo arriba”. En cambio, con los otros dos sistemas, el aire caliente sube desde sus puntos de emisión hacia el techo y allí se acumula hasta que empezamos a sentirlo de “arriba abajo”, lo que provoca el embotamiento de cabeza del que ya hemos hablado antes.
Por último, pero quizá más importante, gracias a que trabaja a baja temperatura, la influencia del suelo radiante sobre la humedad ambiental es mínima; no se producen ni condensaciones ni resecamiento del ambiente. Así pues, si la humedad está dentro de los rangos aceptables por sí misma, podemos estar seguros de que nuestro sistema radiante no tendrá influencia sobre ella. Y si no lo está, podremos devolverla a los valores aceptables mediante métodos independientes (ventilación habitual y mejora del aislamiento de la vivienda…).
En definitiva, podríamos decir que no solo influyen en nuestra salud la temperatura y la humedad sino también el sistema emisor que empleemos. Y en este punto no cabe duda de que no hay mejor opción que una instalación de suelo radiante. Si además combinamos este sistema de emisión con un generador 100% limpio, que funcione a base de energías renovables, como es la bomba de calor, no solo estaremos contribuyendo a nuestro bienestar personal, sino también a limitar nuestro impacto en el entorno reduciendo nuestras emisiones de CO2.
Imprevistos con la fontanería en casa los hemos tenido todos, pero saber cómo evitarlos es la mejor forma de evitar sustos.
Te damos unos consejos para mantener las tuberías en buen estado y ahorrarnos la visita de un fontanero de urgencia.
Cuida lo que tiras al inodoro o por el desagüe
Lo único que deberías tirar al inodoro es papel higiénico. Cualquier otro producto como toallitas, bastoncillos, envoltorios de plástico o productos de higiene femenina deben ir a la basura. Todos estos productos no se deshacen, por lo que van creando un tapón que puede llegar a atascar no solo tu retrete, sino los bajantes de tu bloque entero.
En el caso del desagüe de la cocina, el principal problema son los restos de comida. Debemos tener cuidado y asegurarnos de que antes de dejar los platos y cubiertos en el fregadero estén libres de restos. Estos, por muy pequeños que parezcan pueden acabar generando un atasco y malos olores. Es cierto que no es muy complicado quitarlos, pero si bastante desagradable. Un consejo: cómprate un colador de fregadero y asegúrate de que esté bien colocado a la hora de fregar para después simplemente vaciarlo y así evitar atascos.
En cuanto al desagüe de la ducha, la acumulación de pelos es algo tan común como cualquiera de los anteriores. Mucha gente se olvida de ir eliminando los pelos que se caen durante la ducha, y estos no son muy perceptibles hasta que no están acumulados en cantidad, se ha atascado el desagüe y el agua ya no se va.
Limpia las cañerías periódicamente
Los productos extremos para casos extremos. Es preferible evitar los atascos antes de que sucedan. Para ello, lo mejor es utilizar periódicamente algún producto suave para evitar cualquier tipo de acumulación. Los productos para solucionar atascos son muy corrosivos y estropean el interior de las tuberías, por lo que mejor evitarlos.
Usa menos agua
Por supuesto que las tuberías están para transportar agua, pero cuanta menos uses, además del ahorro económico que esto supone, menos se desgasta el interior de estas. Haz lo posible para reducir el consumo de agua en tu día a día con simples cambios como: cierra el grifo mientras te laves los dientes, date una ducha en vez de un baño, llena la lavadora al completo antes de ponerla… con gestos como estos estarás ahorrando, cuidando tus tuberías y ayudando al medio ambiente.
Revisa la fontanería una vez al año
Con las acciones citadas anteriormente, entre otras, podemos favorecer el cuidado y mantenimiento de la fontanería de nuestro hogar, pero como un profesional nada. Un elemento que se usa a diario necesita pasar revisiones periódicamente para evitar problemas de mayor gravedad. Una vez al año será suficiente para mantener tus tuberías en perfecto estado, siempre que cuentes con un fontanero de calidad.
Repuestos de urgencia
Si la avería ha ido a más y necesitas un repuesto de urgencia para tu inodoro, puedes adquirirlo en inhogar, nuestra tienda online, en la que además somos los distribuidores oficiales de los repuestos de sanitarios Jacob Delafon.