Ya hace unos meses que las etiquetas energéticas que traen consigo los electrodomésticos nuevos cambiaron.
La idea es hacer más fácil a los Consumidores elegir los electrodomésticos con mayor eficiencia energética.
Los famosos pluses A+++ han sido sustituidos por una escala de letras de la ‘A’ a la ‘G’, siendo la ‘A’ los electrodomésticos que ahorran más energéticamente, y hasta la ‘G’ van incrementando el consumo.
Dependiendo del electrodoméstico, las nuevas etiquetas energéticas no solo informan del consumo eléctrico, sino que también aportan datos sobre el agua utilizado por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido, entre otros.
Además, incluyen un código QR que los usuarios pueden escanear para obtener información adicional sobre el producto.
Estas etiquetas las podemos encontrar en electrodomésticos como: lavadora, lavasecadora, frigorífico, lámpara y pantalla o televisión.
Modelo de etiqueta de una lavadora:
¿Cómo interpretar la etiqueta?
- Clases. Siete como máximo, de la A a la G. El verde oscuro indica un producto altamente eficiente y el rojo uno de baja eficiencia. Se basa en un índice de eficiencia energética (EEI) que tiene en cuenta: el consumo anual de energía y en cada programa. El gasto energético se basa en 100 ciclos de lavado.
- Pictogramas. Destacan las características del programa “Eco 40-60”: capacidad de carga (kg); duración en minutos; consumo de agua, litros / ciclo; clase de eficiencia centrifugado (escala A a G); ruido del centrifugado dB (A) y la clase de emisión de ruido (escala de A a D).
- Consumo anual de energía. Muestra el consumo energético ponderado en kWh / 100 ciclos de funcionamiento (en el programa “Eco 40-60”).
- Código QR. Escaneándolo se accede a más datos sobre el producto.
- Clase asignada. Señala el grupo en el que está encuadrado el producto etiquetado.