Diversos estudios indican que extrayendo biomasa para producir astilla o pellet, podríamos llegar a modificar de manera importante el riesgo de incendios forestales.
Estos resultados permitirían unificar la gestión forestal con el uso de energías renovables, ayudando a los gestores del territorio a optimizar programas de lucha contra los incendios forestales.
El estudio llega en un momento en el que la coyuntura del cambio climático y éxodo rural amenazan con multiplicar los incendios en nuestros bosques.
Diversas investigaciones concluyen que si se extrae biomasa para generar bioenergía (astillas o pellets) se podría llegar a atacar de manera importante el problema de los incendios. Los resultados de estas investigaciones hacen considerar este tipo de extracción como una estrategia eficiente y económica para reducir el combustible forestal.
Estos investigadores concluyen que se podría “reducir la superficie quemada, si la extracción de biomasa se ubica estrategicamente en zonas de alto riesgo de incendios, pudiendo llegar a suponer hasta un 60% de reducción. Además serviría de base para que los programas de prevención de incendios optimicen e implementen los tratamientos de reducción de combustible más eficientemente”
Una oportunidad ideal para que converjan bosques, energía y economía.